Quizá sea mi nombre.
Mi nombre que huele a lluvia, que sabe a tierra mojada,
que repica como gotas pero suena siempre a nostalgia…
Pero a vos te gustó.
Y te dormiste arrullado por mi lluvia que llamaste perfume,
y en vez de tierra mojada, nacieron sábanas
que nos desnudaban más de lo que nos cubrían,
No lo sabíamos todavía.
A vos mi nombre te gustó,
y las gotas repicaron con el tempo exacto
y tu cristal se quebró,
y te derramaste en mí, y yo bebí de vos,
creyendo que esta vez el mar
no iba a alejarse de los pies de mi alma,
que siempre íbamos a ser orilla.
y entonces pensé quizá sí…
y yo que nunca supe elegir los duelos!
O que nunca pude elegirlos…
Pensé que esta vez no iba a haber porqué doler,
sabía tan distinto,
tan a vez primera y a primera vista,
Sabía a amor por venir.
Los dos lo vimos,
Los dos lo vemos…
Pero bajo la mirada, y sólo queda la espuma de sal.