domingo, 5 de diciembre de 2010

Contamos las estrellas?


Y si nos olvidamos que un día cualquiera, un tal galileo puso a girar el trompo?
De chiquita creía que podía hacer crecer el pasto tan sólo con tocarlo, vos también?
Ya me aburrí… y si mejor contamos las estrellas?
Una vez llegué a las setescientas treinta y nueve.
O nos paramos al borde de ese precipicio y saltamos?
Total la cama siempre nos amortigua!
Podemos sino correr hasta aquel muelle, y una vez en la meta, zambullirnos en el mar, a festejar nuestro triunfo, sin pensar que si el frío que si el aguaviva…
No era más lindo ignorar que el mes tiene 30 días para vos, y algunos menos para mí?
Éramos tan iguales que, si no hubiera sido porque un día los grandes nos pusieron frente al espejo para enseñarnos que yo soy yo, y vos sos vos,  quizá hoy seguiríamos cazando mariposas: vos para disecarlas, yo para usarlas de modelos en mi próxima obra de arte.
Por qué no hacemos una espada con aquellas maderitas? 
Me gusta el cuento de piratas que nos inventó tu papá… 
Eso sí, después jugamos a los esposos, sino no vale!
Además, tengo muñeca nueva, te la mostré? Se llama Clara.

Ah, no querés? Entiendo, te da vergüenza.

Ufa! Nos llama la abuela, ya está la comida.